La extracción manual de la placenta implica colocar la mano del obstetra en la cavidad uterina y separar la placenta de la cavidad uterina. La dificultad para extraer la placenta puede indicar una patología poco común: placenta adnata. Debido a la gran traumatización de los tejidos, el procedimiento se realiza bajo anestesia.
La extracción manual de la placenta es un término que describe la cirugía obstétrica para extraer la placenta de la cavidad uterina después del parto. Este concepto está dedicado a los partos fisiológicos, cuando el nacimiento espontáneo de la placenta no se produce después del nacimiento del bebé. Debido a la traumatización de los tejidos, el procedimiento se realiza bajo anestesia. La extracción manual de la placenta se realiza en caso de una tercera etapa prolongada del trabajo de parto, así como en caso de sangrado vaginal intenso.
Indicaciones para la extracción manual de la placenta.
Las indicaciones para la extracción placentaria manual son las siguientes situaciones clínicas:
- hemorragia inmediatamente después del parto, sin el proceso concomitante de nacimiento de la placenta. Este es un signo de separación parcial de la placenta de la cavidad uterina, por lo que aún queda un fragmento de placenta que no se separa a pesar de intentar empujar
- hemorragia después del nacimiento de una placenta incompleta. La insuficiencia se evalúa estableciendo la ausencia de fragmentos placentarios durante la inspección visual por parte de un médico.
Las situaciones clínicas anteriores se deben principalmente a contracciones anormales del músculo uterino. El propio mecanismo de contracción que realizan los músculos del útero tiene como objetivo sellar los diminutos vasos sanguíneos, lo que a su vez detiene el sangrado excesivo. Por lo tanto, el deterioro del mecanismo de contracción conduce a una contracción incompleta del músculo uterino, lo que altera el proceso de nacimiento de la placenta y aumenta relativamente la pérdida de sangre.
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La extracción manual de la placenta es uno de los procedimientos obstétricos más difíciles. El médico que realiza el procedimiento coloca una mano sobre la parte inferior del útero, presionando suavemente la pared abdominal. La otra mano atraviesa la vagina hasta la cavidad uterina. Luego, el médico debe ubicar el cordón umbilical y el borde de la placenta. En la siguiente etapa, desliza los dedos entre la placenta y la pared uterina, tratando de separar suavemente las estructuras fusionadas. Cuando se desprende, toda la placenta sale por la vagina. Después de extraer la placenta, el médico debe verificar que se haya extraído la placenta completa y que no quede ningún fragmento en la cavidad uterina.
La extracción manual de la placenta previene las complicaciones posparto graves. En primer lugar, reduce la intensidad del sangrado y también evita que queden trozos de tejido dentro de la cavidad uterina. Si la hemorragia posparto no se ha controlado eficazmente con el procedimiento realizado, se recomienda apoyar la contracción del músculo uterino no solo mediante la administración de los medicamentos adecuados, sino también mediante un suave masaje externo del músculo uterino.
Parto de placenta durante la cesárea
El término extracción manual de la placenta se dedica principalmente a los partos fisiológicos, pero durante el parto por cesárea también nos ocupamos del parto de la placenta. Luego, el transporte de la placenta procede de dos mecanismos: espontáneamente o con la ayuda de un obstetra, mediante la extracción manual de la placenta.
Cabe destacar que, si bien en el caso del parto fisiológico, la extracción manual de la placenta reduce el sangrado y acelera el parto, no existen tales observaciones en relación con la cesárea. En consecuencia, el riesgo de infección intrauterina es comparable.