Las corrientes de interferencia, también conocidas como corrientes de Nemec, se utilizan para fortalecer los músculos y reducir su tensión, estimular la circulación sanguínea a través de un mejor suministro de sangre, reducir la hinchazón, también tienen un efecto analgésico. ¿Cómo se realiza el tratamiento con corrientes de Nemec? ¿Cuáles son las indicaciones y contraindicaciones para el uso de corrientes de interferencia?
Las corrientes de interferencia se denominan corrientes de Nemec; este último nombre proviene del nombre del austriaco Hans Nemec, quien inventó el aparato para la terapia con corrientes de interferencia en la década de 1950. Se suponía que debía minimizar la aparición de efectos secundarios durante los procedimientos, como irritación o daño a la piel del paciente.
Las corrientes de Nemec se clasifican como de frecuencia media. Su funcionamiento se basa en la interferencia, es decir, la superposición de ondas de corrientes fluidas de dos circuitos. Se cruzan entre sí y las corrientes tienen una frecuencia diferente que cambia rítmicamente. Esta disposición hace que las corrientes de interferencia actúen dentro de los tejidos, nutriéndolos y estimulando la contracción de los músculos esqueléticos. ¿Cómo se ve en la práctica?
Corrientes de Nemec: el curso del tratamiento
El fisioterapeuta coloca electrodos en la piel y aumenta gradualmente la corriente. El paciente debe sentir vibraciones suaves en poco tiempo, pero no deben causar molestias o incluso dolor. La frecuencia de la corriente depende de la enfermedad que estemos tratando y del efecto terapéutico que pretendamos conseguir. La frecuencia más alta (90-100 Hz) se usa en condiciones agudas y subagudas, actúa principalmente como analgésico, y la frecuencia más baja (25-80 Hz) en condiciones crónicas, su propósito es estimular la contracción de los músculos, mejorar la circulación sanguínea y el suministro de sangre a los tejidos. Un procedimiento de una sola vez toma aproximadamente 5-20 minutos (se usa un tiempo más corto en condiciones agudas, un poco más largo en condiciones crónicas) y generalmente se realiza una vez al día. Para que la aplicación de corrientes de interferencia produzca los resultados esperados, el médico prescribe una serie completa de estas, que generalmente consta de cinco o diez tratamientos.
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Las corrientes interferenciales aportan grandes resultados en el tratamiento de muchas enfermedades. Los médicos los recomiendan fácilmente en el caso de artrosis, síndromes de neuralgia y presión, dolor de espalda y discopatías y trastornos de la circulación periférica. La terapia con corrientes de interferencia también funcionará en el caso de inflamación de la zona de la articulación del hombro, debilidad o atrofia muscular, entre otros después de fracturas de miembros, en condiciones posteriores a lesiones del sistema musculoesquelético (dislocaciones, esguinces, hematomas, edemas). Algunos médicos también prescriben tratamientos que utilizan corrientes de interferencia para problemas de incontinencia urinaria o en relación con migrañas frecuentes.
Corrientes de Nemec: contraindicaciones
Las contraindicaciones para el uso de corrientes de interferencia son similares a las de todos los tratamientos de electroterapia. Estos son: neoplasias, inflamación de la piel en el sitio de aplicación del procedimiento, por ejemplo, úlceras que cicatrizan con dificultad, dispositivos electrónicos implantados (por ejemplo, marcapasos), componentes metálicos o implantes (por ejemplo, endoprótesis, si la electricidad fluyera a través de este sitio). Las contraindicaciones también son alteraciones sensoriales, embarazo (si el procedimiento se realiza alrededor del abdomen o la zona lumbar), infecciones generales con fiebre alta.
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